Amarra 2, El espacio que levita.
Reflexiones en torno a la espacialidad del dibujo a través de la instalación.
Por Eliseo Solís Mora
El proceso de reflexión que coincide con la investigación individual y colectiva nos ha permitido a través del tiempo, la construcción de una vía hacia un lenguaje y sentido de orientación de nuestro aporte al arte. Quizá no es lo que pretendemos, porque nos mueve solo la necesidad de expresar nuestro punto de vista y transmitir diversos mensajes a través de la plástica, considerando que el legado es cosa del tiempo.
En la actualidad nos hemos visto en la necesidad de dejar atrás ciertos purismos, que en su momento fueron parte de nuestra formación, con el propósito de dar sentidos e intenciones más próximas a una realidad inmediata, no obstante son parte de nuestra esencia.
En las artes visuales o artes espaciales, como en algún momento las llamó el filósofo francés Jacques Derrida, es necesaria la interdisciplinaridad que nos mueve en estos tiempos de era digital, donde la web 2.0 es lo ilimitado entre todas las fronteras meramente físicas. Ya no hay límites, solo una constante búsqueda y cuestionamiento de la realidad, en yuxtaposición con elementos, posiciones, conceptos y técnicas clásicas y modernas, hasta su máxima contemporaneidad.
Es justo en esta línea difusa donde me detengo a reflexionar en torno al dibujo y sus posibilidades instalativas, no sin antes, mencionar parte de una entrevista a Jaques Derrida hecha por Peter Brunette y David Wills en 1990 y publicada en el libro Deconstrution and Visual Arts en 1994, donde Derrida afirma “(…) No estoy seguro de que el espacio esté esencialmente sometido a la mirada (…) al decir artes espaciales me permite, de un modo económico y estratégico, relacionar estas artes con un cambio general de ideas respecto al espacio, la pintura, el discurso, etc., y también porque el espacio no es necesariamente aquello que es visto, como lo es para el escultor o el arquitecto, por ejemplo. Espacio no es sólo lo visible, sino algo que abarca incluso lo invisible”.
Lo visual según Derrida, se desvincula de la acción del proceso de observación, se acerca y define la dimensión del pensamiento como una estructura sin estructura, la invisibilidad nada tiene que ver con lo observado, es una posible “cuestión de espacio”.
Eliseo Solís Mora. Autorretrato (Ser Abstractorgánico). 2002. Carboncillo sobre papel.
Aquí vuelvo hacer un punto de inflexión en la idea del dibujo instalativo, como prefiero llamar a todas aquellas propuestas que a través de diferentes grosores y volúmenes generen líneas en el espacio. Esta relación de relectura del concepto de dibujo, la interpreto como la intención de fusionar expresiones dimensionales, diferenciadas sólo por sus ámbitos, pero que se unen y difuminan en un solo espacio, donde impera el caos simbólico, que nada tiene que ver con la factura del resultado como obra de arte. Dicho en otras palabras, el caos que hoy vivimos en la expresión plástica es la necesidad de ser interdisciplinario y lleno de diversidad, siendo un solo cuerpo como producto, objeto u obra.
La instalación como una manifestación plástica contemporánea permanentemente mutable, podría vincularse perfectamente al concepto de obra abierta que Umberto Eco vaticinó, para acercarnos al sentido contemporáneo de la obra de arte, permitiendo el discurso en un mismo sitio del dibujo y la expresión tridimensional (extensión de la clásica escultura) para permitir la entrada a un nivel perceptivo desprejuiciado, donde tiene un fundamento importantísimo, la interdisciplinaridad.
Eliseo Solís Mora. Dibujo en Red. 2006. Foto escaneada de mi cuaderno de bocetos. Las "o" y "s" que tomé un texto rotulado en la pared de la Galería Universitaria Braulio Salazar.
Encontrar líneas, a través de materiales diversos describe una búsqueda precisa de la plasticidad, acercamiento estético y propiedad gráfica de los grosores como trazos espaciales. Este dibujo ya convertido en un volumen, donde el grafismo que se genera a partir de la conjunción visual entre espacio, objeto y luz hace evidente la extensión dibujística de la profundidad perceptiva de los elementos.
Eliseo Solís Mora. Dibujo II (Detalle). 2009. Ensamblaje. Pintura acrílica, clave negro, fibra sintética, clavos y MDF.
Encuentro que dibujar es equivalente a anudar, amarrar, tejer, cocer. Yuxtaponer elementos con grosores variados y acumular volúmenes en un espacio, es una hiperextensión de la relación que concibo entre mi cuaderno de bocetos y la profundidad, donde indago y concreto una idea plástica y la llevo al sentido tridimensional. Una relación de escala, que cuando toma cuerpo es perceptivamente independiente de un único sentido interpretativo.
Al visualizar un espacio que no tengo presente, solo a través de planos, es preciso un proceso de dibujo, una consideración de la abstracción de espacio físico, que me permite añadir o quitar, elementos de la composición instalativa, pero tampoco me rijo estrictamente por las coordenadas de un plano, es preciso vivir el espacio in situ.
Eliseo Solís Mora. Web Man (Autorretrato). 2010. Fotoperformance. Red de mecate de sisal y fibra sintética.
Es importante dentro del proceso plástico dibujar, bocetar, trazar, escribir y observar nuestro entorno, como escenario instalativo único, donde constantemente cambiamos y evolucionamos. A menudo nuestro paisaje interior se conjuga con el paisaje exterior, donde árboles, montañas, ríos, vegetación, animales, neblina, lluvia, playas, automóviles, contaminación, frío, calor, ruido, gente, música, publicidad, computadores, celulares, violencia, transporte público y todos esos detalles elementales en nuestra cotidianidad, tanto en provincia como urbes capitalinas, se mezclan hasta perderse las diferencias, solo queda una experiencia de vida, una idea de espacio.
Dibujar una idea, es una manera del reconocimiento de un espacio interior y exterior, la realización de bocetos, constituye una idealización próxima a un producto final, pero es en sí, una forma de instalación, es tan valido el montaje final, así como, el desarrollo de la idea gráfica, quizá los parámetros cambien debido al espacio expositivo convencional o no convencional.
Considerar que la idea del boceto, es algo que no debería tener tanta importancia, es en sí castrante, es mutilar una vértebra del proceso creativo, donde nada es completamente estricto. El dibujar, hacer un esbozo o boceto, encierra en sí mismo una obra y un estudio del cual desarrollamos investigaciones constantes en torno al espacio, pero no quiero establecer diferencias entre los géneros, estilos, manifestaciones artísticas, sólo dar un testimonio de aproximación a la intervención espacial, que bien puede ser una museografía, obra o diseño en general de cualquier lugar.
El boceto es dibujo, por lo tanto una obra en sí, entonces, si dibujo con cuerdas, mecates, fibras, cables y materiales diversos, ¿podrían considerarse como bocetos?, he aquí un cuestionamiento importante, yo puedo generar muchos elementos-bocetos, para verlos constantemente y así, considerar posibles obras finales, pero estoy plenamente convencido, que todo depende del grado de dificultad con que se asuma el proceso creativo, no hay diferencia, son obras que se deben apreciar sin menoscabo, porque nuestra herramienta es la creatividad, el concepto y la técnica, que al final, confluyen en una obra, lejos de valores jerarquizados.
En mis cuadernos de apuntes y bocetos o libro viajero, siempre almaceno y hago tangible infinidad de ideas, dibujos, textos, estudio de materiales y relaciones de espacio, al mismo tiempo es importante la analogía de la fotografía y el vídeo en todo este proceso.
Sin miedo al término “cuaderno de bocetos”, casi un recetario para un chef o blackbook para un grafitero, es una pieza fundamental de dibujo espacial, en él siempre establezco relaciones y apreciaciones plásticas de una manera un tanto visceral, inmediata y expresivamente sintética.
La relación curatorial de un cuaderno de boceto, puede acentuar la condición de obra de arte u objeto artístico, además de poder significar la médula en cualquier proceso, es un recurso activo y constante en la estructuración de diversas propuestas plásticas y de otros ámbitos.
Eliseo Solís Mora. Autoamarre. 2007. Fotoperformance.
El espacio es aquello intangible y perceptible; es un elemento físico que nos ubica en un lugar; también es una idea de sitio. El espacio instalativo es finito en la física e infinito en la percepción, es decir, el discurso de espacio como obra de arte es limitado en la profundidad, aunque en el espectador es ilimitado en la significación.
Levitar es el estado psíquico donde se experimenta una situación ingrávida del cuerpo. En el caso museográfico, es la sensación que se percibe a través de los objetos suspendidos, colgados y separados de la pared generando la idea de ingrávido. Este espacio que levita, no es más que la relación de un concepto y montaje museográfico, una evidente apropiación territorial lejos de lo anecdótico y lo místico, hay una intensión de persuasión del sentido espacial y la gravedad.
Amarrar es la acción de unir elementos a través de nudos y envolver elementos hasta configurarles un discurso estético. Es por otro lado la acumulación de hilos, cables, mecates, entre otros, compactándose con una continuidad de vueltas, hilando un elemento u objeto. Es de igual modo, el proceso de cubrir para hacer plástico o estético el sentido de uso y expresión de aquello que quiero transformar.
Marcel Duchamp, con sus ready made, planteó la apropiación de las coordenadas espaciales como motivo creativo, un espacio repensado y resignificado, al cambiar del orden cotidiano la utilización de objetos, agregándole una visión paralela a la original. Creó una nueva identidad de los objetos cotidianos y aquellos considerados como basura, elevándolos a obras y con características estéticas. Los objet trouvé, fueron una relación interdisciplinaria de irreverencia y realidad, donde se cuestionó la pureza del arte, en virtud de las implicaciones espaciales que condujeron a los nuevos lenguajes.
Vista como integradora, la instalación es un recurso recurrente de crítica y reflexión en el arte, donde las técnicas se mezclan y difuminan en sus múltiples temas; prevalece la idea, concepto, proceso, donde no es precisa la concreción de una obra acabada; se revaloriza la idea contemplativa y en tanto se genera una experiencia compleja que toca todos los sentidos. Quizá esa idea de nueva configuración de espacio, que en su momento Duchamp nos adelantó con el Urinario de su alter ego Mutt, es lo que hoy llamamos genéricamente instalación, atisbos cercanos a la necesidad del cuestionamiento constante del rol del arte y la sociedad.
Eliseo Solís Mora. Autorretrato (Módulo Orgánico Semicircular). 2007. Mecate y fibra de sisal y anime.
Al hacerme retratos donde el color y lo acromático toma forma a través de telas, amarrar y envolver objetos, utilizar mi cuerpo como soporte, tejer, cocer, anudar hilos, cables, fibras y suspender elementos, es una proporción interdisciplinaria que nació en el dibujo, toma vida en el espacio cuando interviene la necesidad de producir arte, no para el placer meramente estético, sino más bien para el cuestionamiento de nuestra realidad, sentido de la vida y el futuro de la expresión artística.
Bibliografía
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Kant, I. (2006). Crítica de la razón pura (1ª ed.). Mexico: Taurus.
Ramos, M. E. (1998). Intervenciones en el espacio. Diálogos en el MBA. Serie reflexiones en el museo, 5. Caracas: Fundación Museo de Bellas Artes.
Riemschneider, B.; Grosenick, U. (Eds.). (2002). Arte de hoy. Italia: Taschen.
Solís, M. Eliseo (2008). Espacio Levitante. Instalación de Elementos Modulares Suspendidos. Mérida, Venezuela: Universidad de Los Andes.
Catálogos
Lucio Fontana. (1974). Fundación Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.
Lucio Fontana. (1974). Fundación Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.
Hipervínculos
Brunette, P. y Wills, D. (1990). Las artes del espacio. Jacques Derrida. [Documento en línea]. Consultado: Marzo, 2007.
Vásquez Rocca, A. (s.f.). La crisis de las vanguardias y el debate modernidad – posmodernidad. [Documento en línea]. Consultado: Junio, 2007.
Disponible en:http://www.criticarte.com/Page/ensayos/text/ModernPostmodern.html
Esta ponencia fue dictada en el mes de marzo de 2010 en la Universidad de Los Andes, Facultad de Arte, en el marco del Ier. Encuentro de Investigadores. Mérida. Venezuela.
Esta ponencia fue dictada en el mes de marzo de 2010 en la Universidad de Los Andes, Facultad de Arte, en el marco del Ier. Encuentro de Investigadores. Mérida. Venezuela.
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